Probablemente uno
de los aspectos más importantes del amor de Dios hacia nosotros, es a su vez,
uno de los más desconocidos. Mucho se menciona de la gracia, pero poco se
profundiza en entenderla. Nuestra revelación de la gracia debe ampliarse porque
dependemos de ella, nuestra vida depende de la revelación que podamos poseer,
porque su palabra es vida, y mientras más aprendamos de la gracia por medio de
la revelación de la palabra más vida de Dios portaremos y manifestaremos. Mientras
más conocemos esta faceta de su amor, más plenitud de Dios vendrá sobre
nosotros.
Efesios 3:19 (RVR 1960) y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios.
En el amor del Padre, la dimensión de la anchura de su amor es la gracia, porque en ella todos caben, es suficientemente ancha para que en ella todos puedan entrar, es amplia para que todos aquellos que quieran la puedan disfrutar.
Efesios 3:18 (NTV) Espero que puedan comprender, como corresponde a todo el pueblo de Dios, cuán ancho, cuán largo, cuán alto y cuán profundo es su amor.
Uno de los conocimientos fundamentales a cerca de la gracia que nosotros debemos poseer para ir adquiriendo la plenitud de Dios, es que en ella existen niveles de la gracia. De hecho, así como cada vez somos conocedores de las leyes de Dios, así también de su gracia. Mientras por conocer y aplicar la ley, mi propia justicia me da derecho a tomar una determinada bendición, así también por la gracia al conocerla y crecer en sus niveles, la justicia de Cristo me da derecho (ya en la posición de hijo) a tomar sus bendiciones.
Si yo por la ley tengo largos días sobre la tierra al honrar a mis padres, yo por la gracia, tomo vida en abundante por la muerte de Cristo. Yo por la ley tomo salud al cumplir los preceptos de higiene del pentateuco, yo por la Gracia tomo salud divina por medio de las llagas de Cristo.
Juan 1:16 -17 (RVR) Porque de su plenitud tomamos todos, y gracia sobre gracia. Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo.
Juan 1:16 - 17 (NTV) De su abundancia, todos hemos recibido una bendición inmerecida tras otra. Pues la ley fue dada por medio de Moisés, pero el amor inagotable de Dios y su fidelidad vinieron por medio de Jesucristo.
Su plenitud está vinculada con la gracia (que es la anchura de su amor), mientras más gracia de Dios sobre nosotros más de Él nos es dado, bendiciones que adquirimos por la justicia de Cristo que se empieza a manifestar en nosotros. Esta plenitud, esta abundancia no se acaba cuando recibimos a Cristo en nuestro corazón, allí recién solo entramos al primer nivel de su gracia, En Dios siempre hay más, mayores niveles en la dimensión de lo ancho, la anchura de su amor es gracia sobre gracia.
Lucas 2:52 (RVR 1960) Y Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres.
1Samuel 2:26 (LBLA) Y el niño Samuel crecía en estatura y en gracia para con el SEÑOR y para con los hombres.
A pesar de lo que quizás inconscientemente creemos, la gracia de Dios no es solo para salvación, va mucho más lejos, es posible extenderse en ella, y alcanzar nuevos niveles, crecer en la gracia de Dios es fundamental. Es decir, la gracia de Dios está presente tanto desde un principio, como de continuo en nuestro camino y desarrollo como hijos de Dios.
1Pedro 5:10 (RVR 1960) Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca.
Que el Dios de toda gracia nos revele para extendernos en su anchura, para crecer en su gracia, y ser tan llenos como los apóstoles del primer siglo lo fueron. Pablo entendió esta verdad, esta dimensión, al punto de declarar “por su gracia soy lo que soy”, crecer en su gracia es fundamental para ser aquello que Dios quiere que seamos.
Hechos 4:33 (RVR 1960) Y con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y abundante gracia era sobre todos ellos.
1Corintios (RVR 1960) 15:10 Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo.
Dios ya nos dio gracia para ser hechos hijos de Él, y Él nos seguirá dando mayor gracia si nos esforzamos en ella, en crecer en ella, en conocer de ella, en conocer cada uno de sus niveles, para ir gracia sobre gracia, para ir de plenitud en plenitud del Padre, para poseer las riquezas de su bondad.
2 Timoteo 2:1(RVR 1960) Tú, pues, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús.
Salmos 84:11 (RVR 1960) Porque sol y escudo es Jehová Dios; Gracia y gloria dará Jehová. No quitará el bien a los que andan en integridad.
Efesios 3:19 (RVR 1960) y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios.
En el amor del Padre, la dimensión de la anchura de su amor es la gracia, porque en ella todos caben, es suficientemente ancha para que en ella todos puedan entrar, es amplia para que todos aquellos que quieran la puedan disfrutar.
Efesios 3:18 (NTV) Espero que puedan comprender, como corresponde a todo el pueblo de Dios, cuán ancho, cuán largo, cuán alto y cuán profundo es su amor.
Uno de los conocimientos fundamentales a cerca de la gracia que nosotros debemos poseer para ir adquiriendo la plenitud de Dios, es que en ella existen niveles de la gracia. De hecho, así como cada vez somos conocedores de las leyes de Dios, así también de su gracia. Mientras por conocer y aplicar la ley, mi propia justicia me da derecho a tomar una determinada bendición, así también por la gracia al conocerla y crecer en sus niveles, la justicia de Cristo me da derecho (ya en la posición de hijo) a tomar sus bendiciones.
Si yo por la ley tengo largos días sobre la tierra al honrar a mis padres, yo por la gracia, tomo vida en abundante por la muerte de Cristo. Yo por la ley tomo salud al cumplir los preceptos de higiene del pentateuco, yo por la Gracia tomo salud divina por medio de las llagas de Cristo.
Juan 1:16 -17 (RVR) Porque de su plenitud tomamos todos, y gracia sobre gracia. Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo.
Juan 1:16 - 17 (NTV) De su abundancia, todos hemos recibido una bendición inmerecida tras otra. Pues la ley fue dada por medio de Moisés, pero el amor inagotable de Dios y su fidelidad vinieron por medio de Jesucristo.
Su plenitud está vinculada con la gracia (que es la anchura de su amor), mientras más gracia de Dios sobre nosotros más de Él nos es dado, bendiciones que adquirimos por la justicia de Cristo que se empieza a manifestar en nosotros. Esta plenitud, esta abundancia no se acaba cuando recibimos a Cristo en nuestro corazón, allí recién solo entramos al primer nivel de su gracia, En Dios siempre hay más, mayores niveles en la dimensión de lo ancho, la anchura de su amor es gracia sobre gracia.
Lucas 2:52 (RVR 1960) Y Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres.
1Samuel 2:26 (LBLA) Y el niño Samuel crecía en estatura y en gracia para con el SEÑOR y para con los hombres.
A pesar de lo que quizás inconscientemente creemos, la gracia de Dios no es solo para salvación, va mucho más lejos, es posible extenderse en ella, y alcanzar nuevos niveles, crecer en la gracia de Dios es fundamental. Es decir, la gracia de Dios está presente tanto desde un principio, como de continuo en nuestro camino y desarrollo como hijos de Dios.
1Pedro 5:10 (RVR 1960) Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca.
Que el Dios de toda gracia nos revele para extendernos en su anchura, para crecer en su gracia, y ser tan llenos como los apóstoles del primer siglo lo fueron. Pablo entendió esta verdad, esta dimensión, al punto de declarar “por su gracia soy lo que soy”, crecer en su gracia es fundamental para ser aquello que Dios quiere que seamos.
Hechos 4:33 (RVR 1960) Y con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y abundante gracia era sobre todos ellos.
1Corintios (RVR 1960) 15:10 Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo.
Dios ya nos dio gracia para ser hechos hijos de Él, y Él nos seguirá dando mayor gracia si nos esforzamos en ella, en crecer en ella, en conocer de ella, en conocer cada uno de sus niveles, para ir gracia sobre gracia, para ir de plenitud en plenitud del Padre, para poseer las riquezas de su bondad.
2 Timoteo 2:1(RVR 1960) Tú, pues, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús.
Salmos 84:11 (RVR 1960) Porque sol y escudo es Jehová Dios; Gracia y gloria dará Jehová. No quitará el bien a los que andan en integridad.