lunes, 18 de marzo de 2013

Ayuno, identidad y luz




Hoy comienza un nuevo año de clases en la Universidad, y con esto también comienza un nuevo tiempo, un tiempo en cual estaremos preparados en el entendimiento para conocer la voluntad del Padre y también dispuestos a ser sacrificados en su altar, para dejar de portar una bendición individual y que ahora esta sea extensiva sobre otros de nuestro tiempo y de las generaciones que vendrán. Tal como en el pasado lo hiciera Abraham e Isaac junto con lo cual lograron que la promesa no solo estuviera en ellos, sino que también abarcara las generaciones de hijos por delante, y que estos tuviesen la victoria frente a los enemigos (Génesis 22:16-18).

En este desafío hemos considerado el ayuno como la herramienta de sacrificio para obtener la victoria. Debido a que como se explicará ahora, esta nos dará la firmeza y recuperación de la identidad, cambiará nuestros pensamientos, y nos desatará de la fuente de sustento terrenal para adentrarnos a la comida del cielo.

En relación a la identidad y el ayuno quizás la escritura del libro de Daniel es la que nos trae más luz. Sobre la identidad, especialmente la identidad de hijo es un tema ya abordado, al igual que el tema de Babilonia, lugar en el que Daniel se encontraba. A veces se habla de la importancia y la determinación de Daniel para no probar la comida del rey como un argumento para hablar de la decisión a vivir en santidad en medio de un mundo profundamente pecaminoso, no obstante la decisión de rechazar los manjares del rey, y de alimentarse con agua y legumbres es una consecuencia, es el efecto de lo que ocurre en el versículo anterior a esta determinación.

A éstos el jefe de los eunucos puso nombres: puso a Daniel, Beltsasar; a Ananías, Sadrac; a Misael, Mesac; y a Azarías, Abed-nego. Y Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey, ni con el vino que él bebía; pidió, por tanto, al jefe de los eunucos que no se le obligase a contaminarse.
Daniel 1: 7-8

Por una parte la acción del eunuco de babilonia fue cambiarles el nombre, Daniel por su parte inmediatamente responde con la acción de ayunar. Esto es significativo si entendemos que el nombre nos habla de la identidad y expresa el destino del portador, sobre todo en la cultura hebrea donde los nombres tienen una significancia de gran peso. Cada nombre puesto a estos jóvenes tenía menciones a los dioses babilónicos.

Cuando se considera el peso de la cultura extrajera que presiona hasta la intención de cambio sobre la identidad conlleva comprender su efecto sobre el alma. Los componentes culturales de un lugar alimentan el alma de una persona, así es que en cada cultura las costumbres, la forma de razonar, las ideas y los conceptos van moldeando al “yo”, y generando cambios en el (como ocurre por ejemplo con la moda y los estándares de lo que se ha denominado belleza). El ayuno en este caso es la herramienta para quebrar esas ideas, conceptos y argumentos construidos (y por ende artificiales) que contiene la mente. Esto es muy singular ya que requiere la comprensión de “las fuentes de vida”.

En el Evangelio de Juan se menciona que la luz era la vida de los hombres. Anterior al pecado del hombre la humanidad vivía con una fuente de vida que se llamaba luz, tan importante era esta sustancia que fue la primera frase que enunció Dios sobre la tierra (“sea la luz”), para luego sustentar y dar vida a todo lo que iba a crear posteriormente. No obstante luego de la caída del hombre una nueva sustancia entra en acción, según levíticos 17:11 la vida de la carne está en la sangre y esta empieza a regir a causa del pecado, de hecho esta sustancia encuentra su razón de ser con la expiación del pecado.

Porque la vida de la carne en la sangre está
, y yo os la he dado para hacer expiación sobre el altar por vuestras almas; y la misma sangre hará expiación de la persona.
Levíticos 17:11

En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.
Juan 1:1-4

Debido a que la sangre es la nueva fuente vale la pena entender su funcionamiento al menos en lo que respecto al ayuno y el cambio de mentalidad. La sangre es la encargada de llevar todos los componentes que son obtenidos de los alimentos para ser usados por el cuerpo, dentro del cual el cerebro es uno de los mayores consumidores. Por ende cuando la comida es cambiada necesariamente el receptor de los pensamientos es cambiado. Tal es así que Dios (creador del organismo humano) se preocupó del alimento de quienes el usó, como Juan el Bautista y su dieta en base a miel silvestre, o Elías en su periodo de cueva, y de Israel cuando atravesaba el desierto. Israel necesitaba un brusco cambio de mentalidad de esclavo a mentalidad de reyes y sacerdotes, ¿el método usado por Dios? Comida: maná y líquidos: agua de la roca. De hecho tras los 3 años de preparación de Daniel junto con su alimentación de agua y legumbres trajo consigo una consecuencia; el momento en que se probaron sus capacidades intelectuales fue encontrado 10 veces mejor que cualquier otro. Todos estudiaron las mismas lecciones pero Daniel se alimentó como hijo de Dios.

Retomando al pueblo de Israel, si bien este comió mana y bebió del agua de la roca, estos fueron sombra y figura de lo venidero, es decir de Cristo (hebreos 8:5). Por tanto lo que Dios quiso mostrar con esto es el despojo del alimento natural, para entrar en la antigua fuente de vida que es luz, probando de la comida espiritual del cielo.

Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: Pan del cielo les dio a comer. Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: No os dio Moisés el pan del cielo, mas mi Padre os da el verdadero pan del cielo. Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo. Le dijeron: Señor, danos siempre este pan. Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.
Juan 6: 31- 35

Debido a lo mencionado el ayuno y la santa cena están profundamente ligados, ya que la santa cena ES comer a Cristo. Como él mismo lo declaró “no solo de pan vivirá el hombre sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” (Mateo 4:4), Y Cristo ES la palabra…
La mayor comparación entre ayuno y santa cena se encuentra en dos pasajes de la escritura, uno que lleva por título el verdadero ayuno en Isaías, y otro que menciona la santa cena en Iglesia de los hechos.

¿Es tal el ayuno que yo escogí, que de día aflija el hombre su alma, que incline su cabeza como junco, y haga cama de cilicio y de ceniza? ¿Llamaréis esto ayuno, y día agradable a Jehová? ¿No es más bien el ayuno que yo escogí, desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, y dejar ir libres a los quebrantados, y que rompáis todo yugo? ¿No es que partas tu pan con el hambriento, y a los pobres errantes albergues en casa; que cuando veas al desnudo, lo cubras, y no te escondas de tu hermano? Entonces nacerá tu luz como el alba, y tu salvación se dejará ver pronto; e irá tu justicia delante de ti, y la gloria de Jehová será tu retaguardia. Entonces invocarás, y te oirá Jehová; clamarás, y dirá él: Heme aquí. Si quitares de en medio de ti el yugo, el dedo amenazador, y el hablar vanidad; y si dieres tu pan al hambriento, y saciares al alma afligida, en las tinieblas nacerá tu luz, y tu oscuridad será como el mediodía.
Isaías 58:5-10

Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas; y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno. Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.
Hechos 2:44-47

Como dice Dios a través de Isaías el ayuno que el escoge es más que abstenerse de alimentos (naturales), de hecho es partir el pan con tu hermano, como en la Santa Cena, es comerse a Cristo y con él su vida, y su vida estuvo ligada al servicio del otro. Así quien come a Cristo el pan del cielo, el alimento espiritual se hace parte con la necesidad del hermano, y del que necesita libertad de todo yugo con su salvación. Tanto ayuno como Santa Cena tienen un alimento (no terrenal) ese alimento es Cristo.

Como mencionamos en el principio este sacrificio hacia la comida terrenal, tiene consecuencias colectivas para otros, pero a su vez la bendición individual no falta. Daniel tuvo un lugar de honra en cada gobierno, pero también gracias al ayuno y por ende firmeza de identidad, cambio de mente, despojo de todo lo terrenal, logró el acceso al mundo espiritual y desde ahí ver una de las revelaciones y legados a las generaciones futuras más tremendas, el apocalipsis. El ayuno de comida fue la herramienta para soltarse de lo terrenal, ver el Reino de Dios como nadie y conocer los sucesos humanos desde la visión celestial. Tuvo luz para conocer lo que ocurría en su tiempo y más allá del, con los imperios, sus caídas y sucesores porque se alimentó de Cristo, la vida que produjo el mundo material.

Todas las cosas fueron hechas por medio de Él, y sin El nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.
Juan 1:3

Confiamos en que el sacrificio de hijo que nos disponemos a efectuar traerá los diseños del cielo. Esperamos que este sacrificio sea mayor que el sacrificio de Moab.

miércoles, 13 de marzo de 2013

Babilonia y sus ladrillos, la fragmentación de la verdad.


En la escritura encontramos una fuerte oposición y enemistad entre Babilonia y Dios, tan crucial es este asunto que es bastante mencionado desde génesis hasta apocalipsis, relatando los inicios de esta y su final con los juicios de Dios respectivamente. En ese sentido a continuación trataremos de dilucidar algunos aspectos sobre babilonia relativos a su relación con Satanás, a su construcción e implicancias y su conexión con la verdad. Persiguiendo el propósito mencionado expondremos cuatro cuestiones esenciales: el discurso de la serpiente en el Génesis, la construcción de la torre de Babel, la tentación de Jesús en el desierto y por último la diferencia arquitectónica entre la nueva Jerusalén y babilonia.

En génesis 3 encontramos la caída del hombre por medio del pecado de Adán y Eva al comer del árbol de conocimiento del bien y del mal, según nos es relatado la serpiente logra seducir a Eva con las palabras para que esta acceda a probar de esta fruta y luego alcanzar al hombre, siendo así las palabras pronunciadas por la serpiente son sumamente relevantes.

Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto? Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis. Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal.
Génesis 3:1-5

La serpiente que es Satanás, el cual es padre de toda mentira, construye sus mentiras con verdades fragmentadas, el patrón de conducta del diablo para destruir el Reino de Dios y a su humanidad ha sido siempre ese, fragmentar la verdad. Satanás para engañar a Eva no le dice solo mentiras, de hecho le dice la verdad, pero una parte de la verdad.

Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre.
Génesis 3:22

De todo lo que la serpiente le habló a Eva solo mintió en 2 palabras: “no moriréis”, el resto es efectivamente la verdad. Al respecto un ejemplo que se puede sumar es el de Pablo y Juan en el libro de los hecho, los cuales al ingresar a una ciudad una joven con un espíritu de adivinación vociferaba diciendo que eran hijos del Dios altísimo, el espíritu en esta muchacha decía la verdad, lo cual a simple vista parece ser muy contradictorio debido a que Satanás es padre de mentira y Dios es padre de verdad (Jesucristo). El asunto aquí es que el si puede decir verdades, pero como iremos viendo en adelante, estas son “verdades fragmentadas”.

Volviendo al Génesis, todo lo anterior a este episodio de pecado era bueno, y más aun era bueno en gran manera, Dios mismo lo calificó de esa forma, no existía una “dualidad entre lo bueno y lo malo” pues cada cosa en la tierra, incluido el ser humano, gozaba de la bondad de Dios. Era la expresión máxima de pureza en su Reino. Cosa distinta es con la aparición de la serpiente que trae “lo malo” y su conocimiento. Toda la creación estaba unida y ligada a su creador, Dios mismo pisaba la tierra y conversaba con el hombre, el hombre mismo por su parte era uno solo con su esposa, es este evento el que trae la dualidad, la fragmentación sobre la realidad humana. Si ahora el hombre no solo sabía y conocía lo bueno, si no también lo malo sería capaz de primero corromperse él y luego transformar su lugar de comunidad, pues así como piensa el hombre en su corazón tal es el (Prov. 23:7).

Lo que empezó en ese lugar pasando de espíritu (Satanás) a palabras de engaño de la serpiente se fue transformando en un diseño, en una construcción solida en Génesis. En génesis 11 se narra el emprendimiento de los hombres intentando construir una gran ciudad en la tierra de Babilonia, junto a la cual construirían una torre que llegase hasta el cielo, o obstante Dios airado ante esto desciende y confunde sus lenguas para que fuesen dispersados. El versículo que nos revela el enojo de Dios frente a esto es el que menciona el cambio en el tipo de construcción y los materiales que se empezaron a utilizar.

Y se dijeron unos a otros: Vamos, hagamos ladrillo y cozámoslo con fuego. Y les sirvió el ladrillo en lugar de piedra, y el asfalto en lugar de mezcla.
Génesis 11:3

Este diseño de construcción de la torre es central pues empezaron a usar ladrillo en vez de piedra. A la luz de las escrituras la piedra es una representación de Jesucristo, el cual es la verdad. Las construcciones de Dios como lo altares tenían una especificación muy importante estos eran construidos con piedras, un material que no había sido alterado ni corrompido por el hombre, algo que se encontraba de forma natural. Jesucristo es la piedra de fundamento, es la piedra que fue desechada por los constructores pero que vino a ser usada por Dios, aún más nosotros mismos somos llamados piedras vivas por el Apóstol Pedro.

Acercándoos a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, mas para Dios escogida y preciosa, vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo. Por lo cual también contiene la Escritura: He aquí, pongo en Sion la principal piedra del ángulo, escogida, preciosa; Y el que creyere en él, no será avergonzado.
1 Pedro 2:4-6

La piedra es por esencia el material de construcción de Dios, a diferencia del ladrillo que empezó a ser usada en babel para la construcción de una torre de evidente relación con las potestades y con Satanás, una torre que quería llegar al cielo, pero no al cielo de Dios. Babel significó una estructura de construcción ya no solo a nivel individual, sino también de nivel social, sobre una comunidad entera. Estas moradas y estructuras tanto en su expresiones individuales (dentro de la mentalidad de una persona) como a nivel social son enemigas no solo de Dios sino también nuestras.

Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo, y estando prontos para castigar toda desobediencia, cuando vuestra obediencia sea perfecta.
2 Corintios 10: 4-6

La carta de Pablo nos da mayor luz sobre la relación entre los pensamientos, el conocimiento y estas estructuras de fortalezas que se levantan contra el conocimiento de Dios que es la verdad.

Las piedras son importantísimas en su tipificación de Cristo, los altares se construían de piedra, los mandamientos que Dios escribió con su propio dedo para dárselos a Moisés fueron escritos en tablas de piedra, la casa debe ser edificada sobre la roca y no sobre la arena, la piedra es el fundamento de la iglesia. Mientras en tanto el ladrillo no solo fue hecho para esta torre, se uso también para esclavizar a Israel en Egipto, Egipto tiene al pueblo de Dios construyendo ladrillos. El ladrillo fue fundamental para generar una mentalidad de esclavo en los israelitas. Babilonia partió usando el ladrillo pero Egipto lo perfeccionó, por lo demás “sig” (que es la palabra ladrillo en sumerio) era el nombre del dios de la construcción, y a su vez significaba construcción y ciudad.

Otra actividad de Satanás que muestra este mismo proceso de fragmentación de la verdad como su patrón de conducta para pervertir está presente en la narración sobre la tentación de Jesús en el desierto. En el capítulo 4 de Mateo se nos presenta la acción de Satanás luego de que Jesús estuviese en ayuno durante 40 días. Lo que parece extraño es su forma de tentar, ya que dice verdades, pero al punto de incluso usar un versículo bíblico. Nunca hubo una oportunidad más crucial para Satanás para poder tentar a Cristo, era la oportunidad más cercana y propicia para lograr que El pecara, y por tanto fastidiar el plan de Dios, solo eran ellos dos.

Aquí parecen haber dos opciones: o Satanás es muy tonto, o sencillamente estaba operando en su patrón de conducta presente desde el Génesis. Podría ser muy tonto ya que usar la biblia para tentar a Jesús es una ridiculez considerando que Jesús mismo ES LA PALABRA, no es que solo él la sepa muy bien, sino que él es la esencia misma, es la persona detrás de las escrituras. Por otro lado la opción siguiente es que Satanás haya usado la verdad, pero una “verdad a medias”, una verdad fragmentada, lo cual de hecho es así, pues a lo dicho por él, Jesús responde con otro versículo, en lo que podría ser una acción reintegradora de la verdad en las escrituras.

Pues a sus ángeles mandará acerca de ti, Que te guarden en todos tus caminos.
Salmos 91:11

Después el diablo lo llevó a la santa ciudad, Jerusalén, al punto más alto del templo, y dijo: —Si eres el Hijo de Dios, ¡tírate! Pues las Escrituras dicen: “Él ordenará a sus ángeles que te protejan. Y te sostendrán con sus manos para que ni siquiera te lastimes el pie con una piedra”, Jesús le respondió: —Las Escrituras también dicen: “No pondrás a prueba al SEÑOR tu Dios”.
Mateo 4:5-7

En cuarto lugar y en relación con la construcción y estructura misma de babilonia por medio de ladrillos es menester mencionar que desde su estilo arquitectónico hasta su forma en general nos hablan de un diseño, y del patrón de conducta de Satanás frente a la generación de mentira por medio de la fragmentación de la verdad.

Las antiguas construcciones babilónicas, especialmente el zigurat (templo) además de ser construidos con ladrillos, tenían forma triangular, similar a las pirámides de Egipto, y a las pirámides de los mayas en Centroamérica, incluso la torre de babel es retratada con esa forma geométrica.

Esto es central si comprendemos que una constante a lo largo de la biblia es una suerte de antagonismos entre 2 ciudades, la ciudad de Dios Jerusalén, y babilonia. Por supuesto esto trasciende la dimensión natural, como se expresa en apocalipsis desciende la nueva Jerusalén, que es la expresión sublime del Reino de Dios y de Cristo como rey. Mientras por su parte babilonia es juzgada con las copas de la ira de Dios, más que la ciudad en si misma se trata del espíritu detrás de ella. La nueva Jerusalén Celestial también tiene detalles de su construcción, especialmente sus medidas son relevantes pues son iguales de ancho, altura, longitud y altura, de forma tal que era geométricamente un cubo.

En cierta ocasión tuve la oportunidad de ver un video de la profeta Ana Méndez Ferrell, en el cual ella mencionaba este asunto, la Jerusalén que descendía del cielo era literalmente un cuadrado, “la forma arquitectónica que usa Dios”. Pero lo que me trajo luz en este asunto es la mención de que cuando un cuadrado se fragmenta desde dentro hacia las puntas se forman triángulos.

El ángel que hablaba conmigo tenía en la mano una vara de oro para medir la ciudad, sus puertas y su muralla. Cuando la midió se dio cuenta de que era cuadrada, que medía lo mismo de ancho que de largo. En realidad, medía 2220 kilómetros de largo, lo mismo de alto y lo mismo de ancho.
Apocalipsis 21:15-16 (NTV)

Satanás no podía partir engañando a Eva diciéndole “Dios no existe”, hoy en día si es posible decirle eso a la humanidad, de hecho aproximadamente lo es desde la época moderna cuando el paradigma científico sacralizó la dualidad griega sujeto-objeto y la dicotomía espíritu - materia. Este proceso de fragmentación de la verdad por parte de Satanás ha ido creciendo hasta el punto de que las mentiras sean cada vez mayores sobre el mundo. Es una fortaleza, una estructura de construcción que puede tener un ladrillo (una verdad fragmentada) unido con mezcla junto a otros 10 ladrillos (de argumentos mentirosos). Estas se alojan a nivel individual o a nivel social, por medio de esto se crean ideologías, filosofías y religiones. Y lo cierto es que cada una de ellas tiene algo de verdad, esa parte de verdad hace que puedan dar la ilusión de ser solidas, aunque no lo son. Comprendiendo esto de parte del cielo es posible entender al Apóstol Santiago declarando “examinadlo todo retener lo bueno”, porque en absolutamente todo siempre habrá algo bueno, una parte, un fragmento de verdad, a veces un principio espiritual pero siempre habrá algo, aunque parezca que así no lo es.

Un ejemplo claro de esto es la masonería, o las religiones occidentales (como la iglesia romana), y en su mayor parte orientales. De hecho la nueva era consigo fuertes verdades fragmentadas que son usadas para el engaño, para llevar a una luz que no proviene del Padre.

Un ejemplo sencillo: las religiones de los pueblos originarios de América creían en lo que se denomina “la pacha mama”, es decir la madre tierra. Aquí las verdades usadas son verdades en formas de principios. Dios es Padre, y su lugar es el cielo, en lo anterior se cambia su “género” y su lugar, pero usando los principios.

Es necesaria una nueva generación que se levante con el discernimiento del padre, con el entendimiento no solo de la verdad escritural, sino también de la verdad como persona, porque a pesar de la tentación en el desierto él nunca fue fragmentado en su naturaleza como la verdad y la luz. Una generación que tenga la espada aguda de apocalipsis, una espada que destruya falsos argumentos. Debajo del cielo es el tiempo de esa generación de hijos que manifiestan la verdad que llevan dentro.

Por último, hoy es un día en que se elige a un nuevo Papa en roma, entendamos que babilonia y su estructura no solo está ahí.




martes, 12 de marzo de 2013

Los niveles del hijo






El posteo anterior se trató de la identidad de hijo, la cual estaba anclada a la paternidad, así la identidad del cristiano, se centraba en la paternidad de Dios, expresado tanto en genética como en el nombre; en segundo lugar en la ubicación de procedencia; y en tercer lugar en la herencia que radicaba en esa paternidad y lugar.

Otro asunto dentro de esta temática trata de los niveles de crecimiento del hijo, uno de los versículos mencionados en el tema anterior nos indicaba que a pesar de que alguien fuese hijo, mientras permaneciese en la condición de niñez no difería del esclavo (siervo) en relación al recibimiento de su herencia, este podría ser dueño de todo pero solo potencialmente. 


Esto cambia radicalmente en el momento de su madurez, en el momento indicado por el Padre él señala la época en la que el hijo ya no es niño. En este proceso de crecimiento con meta a la herencia se producen etapas o niveles, entre las cuales podemos distinguir al menos tres: polvo, arena y estrellas, o dicho de otra forma: semilla, hortaliza y árbol, otra vez más dicho de otra forma: llamados, escogidos y fieles.


Quienes somos hijos de Dios somos parte del linaje de Abraham, el padre de la fe, al cual Dios le prometió que su descendencia sería numerosa primero como el polvo de la tierra, luego como la arena y luego Dios mencionó las estrellas, por cierto Dios es un Dios poético, pero cada una de sus palabras cuentan en términos proféticos, cada una de ellas viene con una carga de conocimiento celestial inmensa.


¡Y te daré tantos descendientes que, como el polvo de la tierra, será imposible contarlos!
Génesis 13:16       
                                                                         

De cierto te bendeciré grandemente, y multiplicaré en gran manera tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena en la orilla del mar, y tu descendencia poseerá la puerta de sus enemigos.
Génesis 22:17


Las distinciones en este asunto son bastante claras, principalmente es el tamaño el que hace al polvo más ligero que la arena y a su vez la arena más pequeña que una estrella, independiente de la lejanía de donde se mire. Por otro lado las semillas también parten con un pequeño comienzo pero aquellas que crecen logran ser una hortaliza, para luego ser un gran árbol.


Y que de todas las semillas es la más pequeña; pero cuando ha crecido, es la mayor de las hortalizas, y se hace árbol, de modo que las aves del cielo vienen y anidan en sus ramas [...] Y el campo es el mundo; y la buena semilla son los hijos del reino, y la cizaña son los hijos del maligno
Mateo 13: 32, 38


Las semillas pueden no prosperar, se les debe cuidar más, como a su vez el polvo que es alimento de la serpiente, al igual que los llamados son muchos, pero pocos los escogidos. Las hortalizas si bien son más grandes, no necesitan de tantos cuidados aún les queda tiempo para ser instruidos en el crecer y madurar, tanto como los escogidos pues aún a ellos se les intentará engañar.


Sus moradores fueron de corto poder; fueron acobardados y confundidos; vinieron a ser como la hierba del campo, y como hortaliza verde, como heno de los terrados, marchitado antes de su madurez. 
2 Reyes 19:26


Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos.
Mateo 24:24


Otro asunto son quienes como hijos han pasado el crecimiento hasta la maduración para ser estrellas, árboles y fieles. Estrellas porque ya pueden enseñar a otros, arboles porque ya pueden dar fruto y semilla siendo padres y fieles porque han vencido junto a Cristo.


Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad.
Daniel 12:3


Será como árbol firmemente plantado junto a corrientes de agua, que da su fruto a su tiempo, y su hoja no se marchita; en todo lo que hace, prospera. 
Salmos 1:3


La herencia de hijo requiere madurez, no obstante todo lo grande tiene un pequeño comienzo como las semillas de mostaza, que crecen hasta ser un árbol de grandes dimensiones, desde lo pequeño, desde lo que parece vil y despreciado Dios puede formar alguien digno de gobernar, alguien maduro para ser rey, padre y maestro de multitudes.


El levanta al pobre del polvo, saca al menesteroso del montón de basura; para sentarlos con los príncipes del pueblo y los causa heredar el trono de gloria. 
1 Samuel 2:8 (T. Kadosh Israelita mesiánica)


lunes, 11 de marzo de 2013

La identidad de hijo






En el post anterior se habló acerca de los hijos, de la importancia de ellos en tanto deseo de Dios manifestado desde Génesis, y como estos mismos son medio y fin a la vez, finalmente son la estrategia de Dios sobre la creación, la cual espera la manifestación de ellos, porque siempre fue s propósito ser llena de ellos.

Una de las cuestiones fundamentales en este punto es la identidad. Esta está arraigada a la paternidad. El apóstol Juan escribía mirad cuando grande amor nos ha dado el padre, de ser llamados hijos de Dios, sin distinción alguna este estatus es la identidad que recibimos En EL, en relación a la identidad de hijo surgen 3 aspectos: la paternidad como tal, el lugar y la herencia. Las cuales giran entorno a la idea de procedencia.

La identidad de una persona está sujeta a la realidad de quien es su padre. La cultura hebrea, la cual en gran medida fue forjada por Dios entendía este principio, de lo cual dan muestra las escrituras. Para referirse a la identidad de alguien una constante de los hebreos y de la biblia era la mención de sus padres, y de los padres de sus padres, a veces en una lista de gran extensión que puede parecer un tanto tediosa al lector, a veces algunos usan la abundante lista de nombres y generaciones para encontrar nombres bíblicos para sus hijos, pero su importancia va más allá de esto.

Hablar de alguien y de su identidad implicaba no solo mencionarlo a el, siempre sumado al nombre de la persona referida estaba el nombre del padre, como Saúl cuando quiso saber quién era David, este preguntó por su paternidad, “David hijo de hijo de Isaí” fue la respuesta recibida (1 Samuel 17:55- 58). Mateo empieza el primer evangelio con las genealogías, con la paternidad, con las genealogías que produjeron a Jesús como hijo en la tierra (Mateo 1)

Y descendió el Espíritu Santo sobre él en forma corporal, como paloma, y vino una voz del cielo que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia. Jesús mismo al comenzar su ministerio era como de treinta años, hijo, según se creía, de José, hijo de Elí [...]hijo de Matusalén, hijo de Enoc, hijo de Jared, hijo de Mahalaleel, hijo de Cainán, hijo de Enós, hijo de Set, hijo de Adán, hijo de Dios.
Lucas 3:22-23; 37-38

En segundo lugar otro aspecto que conforma identidad es el lugar de procedencia. La identidad también está ligada fuertemente al lugar de procedencia, es decir de nacimiento, o también por el lugar en donde la persona se asienta por mucho tiempo. Así por ejemplo fue conocido Jesús. Como “Jesús de Nazaret”, ya que Nazaret fue un lugar donde Jesús paso mucho tiempo de manera que su identidad ante otros estaba ligada al lugar de donde el venia. Otros ejemplos bíblicos:

Geber hijo de Uri, en la tierra de Galaad, la tierra de Sehón rey de los Amorreos, y de Og rey de Basán; éste era el único gobernador en aquella tierra.
1 Reyes 4:19

Y cuando David volvía de matar al filisteo, Abner lo tomó y lo llevó delante de Saúl, teniendo David la cabeza del filisteo en su mano. Y le dijo Saúl: Muchacho, ¿de quién eres hijo? Y David respondió: Yo soy hijo de tu siervo Isaí de Belén.
1 Samuel 17:57-58

Y cuando los hijos de Amón pelearon contra Israel, los ancianos de Galaad fueron a traer a Jefté de la tierra de Tob.
Jueces 11:5

Cada circunstancia compleja que atravesó Israel por el desierto no fueron por capricho de Dios, el quiso colocarlos en una tierra determinada, en un lugar de trascendencia que hasta el día de hoy liga a los judíos con su territorio.

Un tercer aspecto referente a la identidad es la herencia. Estas tres se unen, en tanto la herencia está ligada con la tierra en que se nacía o vivía, y que poseía el padre. Si el padre era un labrador de la tierra su hijo recibiría una porción de tierra, si el padre era Rey el hijo recibía el Reino, si eras hijo de Leví recibías un sacerdocio. La herencia jamás fue algo de esclavos ni de siervos, siempre fue algo de hijos (pero hijos maduros, donde la madurez es entendida como entendimiento y firmeza de la propia identidad)

Pero también digo: Entre tanto que el heredero es menor de edad, en nada difiere del esclavo, aunque es señor de todo; sino que está bajo tutores y curadores hasta el tiempo señalado por el padre [...]Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios por medio de Cristo.
Gálatas 4:1-2, 7

Cuando Moisés mato al egipcio para no ser reconocido necesito cambiar su identidad. Por eso su primera acción fue dejar la paternidad por adopción del faraón, luego dejar el lugar donde estaba, huyendo al desierto junto con lo cual dejo atrás su herencia de príncipe tras de sí. Tras cuarenta años su identidad ya no era la misma estaba bajo otra paternidad (Jetro) en otro lugar (el desierto) bajo otra herencia (cuidador de ganado).

Por tanto identidad tiene que ver con procedencia: procedencia de “los lomos paternales”; procedencia de un lugar de nacimiento o de asentamiento; y procedencia de lo poseído por el Padre, su herencia. De esta forma Dios siembra su identidad dentro de nosotros haciéndonos hijos, poniéndonos en lugares celestiales y dándonos el Reino.

No temáis, manada pequeña; porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino.
Lucas 12:32

Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo [...] En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad.
Efesios 1: 3, 11.